Programa de Desarrollo Profesional y Liderazgo de Mujeres

 

 

1.      Presentación de la política pública elegida

El III Plan de Igualdad de Género, promovido por la Administración General del Estado (AGE), se vertebra en tres ejes principales (Medidas instrumentales para la transformación organizativa, Sensibilización, formación y capacitación y Condiciones de trabajo y desarrollo profesional), establecimiento, dentro del noveno apartado del último de ellos, un programa de Desarrollo profesional y liderazgo de mujeres, el cual es una iniciativa colectiva llevada a cabo por la Dirección General de Función Pública (DGFP), Instituto de las Mujeres (InMujer) e el Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP).

Su objetivo es mejorar y ampliar la participación de las mujeres en los puestos de responsabilidad de la AGE, fortaleciendo sus capacidades de liderazgo y dirección estratégica.

 

2.      Análisis de la política pública

Este programa, diseñado específicamente para mujeres con alto potencial, abarca tres bloques temáticos:

  1. Competencias estratégicas y directivas: Módulos sobre análisis del entorno económico, geoestratégico, tecnológico, planificación estratégica, sostenibilidad, gestión de personas y calidad ciudadana.
  2. Competencias de liderazgo: Trabajo en equipo, liderazgo, gestión de conflictos, conciliación, técnicas de negociación, comunicación, creatividad e innovación, y marca personal.
  3. Autoconocimiento y desarrollo personal: Sesiones de coaching individualizado para identificar áreas de mejora y establecer planes de acción personal.

Por ello, el programa de desarrollo profesional y liderazgo de mujeres tiene un impacto significativo en los roles de género, promoviendo la igualdad y la inclusión en diversos ámbitos, tales como:

  1. Aumento de la representación femenina en roles de liderazgo: Este programa ayudan a que más mujeres accedan a puestos de liderazgo, lo que contribuye a una mayor diversidad en la toma de decisiones y a la creación de políticas más inclusivas.
  2. Reducción de la brecha de género: Al proporcionar herramientas y recursos específicos para el desarrollo profesional de las mujeres.
  3. Cambio de percepciones y estereotipos: La visibilidad de mujeres en roles de liderazgo desafía los estereotipos tradicionales de género y cambia las percepciones sobre las capacidades y roles de las mujeres en la sociedad.

Asimismo, el programa de desarrollo profesional y liderazgo de mujeres tiene un impacto positivo en el acceso igualitario a recursos económicos y materiales. A modo de resumen, caben mencionar los siguientes:

  1. Acceso a financiamiento y crédito: Este tipo de programas a menudo incluyen componentes de educación financiera y acceso a redes de financiamiento.
  2. Capacitación y desarrollo de habilidades: Proporcionan formación en habilidades técnicas y de liderazgo, lo que aumenta la competitividad de las mujeres en el mercado laboral y les permite acceder a mejores oportunidades de empleo y recursos materiales.
  3. Redes de apoyo y mentoría: Al participar en estos programas, las mujeres pueden conectarse con mentores y redes profesionales que les brindan apoyo, asesoramiento y acceso a recursos que de otro modo podrían no estar disponibles.
  4. Políticas inclusivas en el lugar de trabajo: Las mujeres en roles de liderazgo tienden a promover políticas que favorecen la igualdad de género, como la redistribución equitativa de recursos y la implementación de prácticas laborales más inclusivas.

Las mujeres juegan un papel crucial en las decisiones y las relaciones de poder dentro de los programas de desarrollo profesional y liderazgo para mujeres.

  1. Participación activa en la toma de decisiones: Las mujeres que participan en estos programas a menudo asumen roles de liderazgo en sus organizaciones, lo que les permite influir en las decisiones estratégicas y operativas.
  2. Promoción de políticas de igualdad de género: Las mujeres en roles de liderazgo tienden a abogar por políticas que promuevan la igualdad de género y la inclusión. 
  3. Cambio de dinámicas de poder: Al ocupar posiciones de liderazgo, las mujeres pueden desafiar y cambiar las dinámicas de poder tradicionales en sus organizaciones y comunidades. 

 

3.      Impacto

Para poder valorar los resultados objetivos que ha tenido esta política pública, necesitaríamos conocer datos macro desde una perspectiva mayor, lo que, al no disponer de los mismos, se va a valorar el impacto y resultados que podría tener el Programa de desarrollo profesional y liderazgo para mujeres.

  1. Aumento de la representación femenina en liderazgo: Las mujeres que participan en este tipo de programas tienen más probabilidades de ascender a posiciones de liderazgo. 
  2. Mejora de habilidades y competencias: Estos programas proporcionan formación en habilidades clave como la negociación, la gestión de conflictos y la toma de decisiones, lo que fortalece la capacidad de las mujeres para liderar de manera efectiva.
  3. Promoción y nuevos retos laborales: Un alto porcentaje de las mujeres que completan estos programas reciben promociones o asumen nuevos desafíos laborales. 
  4. Reducción de la brecha de género: Al empoderar a las mujeres y proporcionarles las herramientas necesarias para avanzar en sus carreras, estos programas ayudan a reducir la brecha de género en el lugar de trabajo.

 

4.      Puntos fuertes y débiles

El programa de desarrollo profesional y liderazgo para mujeres en la administración general del estado tienen varios puntos fuertes y débiles, tales como:

Puntos Fuertes

  1. Promoción de la igualdad de género: Esta política ayuda a reducir la brecha de género en la administración pública, promoviendo la igualdad de oportunidades para las mujeres.
  2. Desarrollo de habilidades de liderazgo: Proporcionan formación en habilidades clave como la toma de decisiones, la gestión de equipos y la negociación, lo que fortalece la capacidad de las mujeres para asumir roles de liderazgo.
  3. Redes de apoyo y mentoría: Facilitan la creación de redes de mentoría y apoyo entre mujeres, lo que puede ser crucial para su desarrollo profesional y personal.

Puntos Débiles

  1. Resistencia al cambio: En algunos organismos puede haber resistencia al cambio y a la inclusión de mujeres en roles de liderazgo.
  2. Falta de recursos: A veces este tipo de programas no cuentan con los recursos suficientes para ofrecer una formación y apoyo continuos.
  3. Desigualdad en la participación: No todas las mujeres tienen el mismo acceso a estos programas, especialmente aquellas en posiciones más bajas, lo que puede perpetuar las desigualdades existentes.
  4. Medición de impacto: Puede ser difícil medir el impacto a largo plazo de estos programas, lo que complica la evaluación de su efectividad y la identificación de áreas de mejora.

 

 

 

 

 

 

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